¿Es bueno un material didáctico?, ¿es mejor que otro?. Técnicamente, un material es bueno si cumple el objetivo para el cual ha sido diseñado.
Con respecto a si es mejor que otro o no, pues depende. Depende el entorno donde se utilice, depende de quién lo utilice, depende de con quién se utilice. En definitiva, no se puede asegurar que un material sea mejor que otro.
Biografía sobre como se debe diseñar un material hay mucha. Lo que se trata en el fondo, no es como se debe diseñar, sino si contribuye a cambiar la metodología de la enseñanza.
Con las nuevas tecnologías, todo parece mas fácil, mas visual, mas multimedia, mas mas mas... Pero como dice Diego Castrillejo,
"El uso de material multimedia, no implica el cambio de modelo de enseñanza ni garantiza el éxito".
Pere Marqués nos recuerda que antes de utilizar los distintos materiales, nos hemos de asegurar que se dan las condiciones tecnológicas, didácticas y organizativas para que dichos materiales se puedan usar. Este detalle que parece tan óbvio, nos evitará algún que otro disgusto. (¿Quién no ha llevado un precioso Power Point alguna vez y se ha encontrado con que no funciona el proyector? :((( )
A pesar de todo, hemos de seguir unas pautas para poder evaluar la idoneidad de un material didáctico de cara a su utilización. Artur Parcerisa, como coordinador de un grupo de autores, publican un libro cuyo título es "Materiales para la docencia universitaria", en el cual dan una serie de pautas sobre el formato, cosas a tener en cuenta en el desarrollo, que nos pueden servir para que los materiales tengan una cierta coherencia en los distintos formatos, papel, soporte magnético, etc.
Lógicamente los contenidos se han de ajustar al objetivo del material. Este es el requisito imprescindible. Por muy vistoso y ameno que sea un material, si no nos dice lo que queremos saber, no nos sirve para nada.
Al final hemos de conseguir un equilibrio entre el contenido y la metodología, pero sobre todo hemos de tener en cuenta las palabras de Castrillejo.